Los tejados sin teja de San Cibrao de Las… y si llueve, ¡que llueva!

febrero 6, 2015
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En las visitas guiadas al castro de San Cibrao de Las, habéis sido varios los que nos hicisteis las siguientes preguntas: “¿Cómo serían los techos de las viviendas? ¿Y si eran de paja o retama no les entraría agua de lluvia en las casas? ”. Pues bien, nos parece que dado el tiempo que hace estos días, con tanta lluvia y frío, no estaría mal indagar algo sobre este tema, ¿no?

Cuando pensamos en las viviendas y en las cubiertas castrexas la primera idea que a muchos nos viene a la mente es la de las pallozas; y qué mejor ejemplo de ellas que las del poblado de Piornedo, en la Sierra de Ancares. Estas cabañas o pallozas están hechas en piedra del país (granito y pizarra) y cubiertas con paja de centeno, brezo o piorno (colmo). Gran parte de las que hoy se conservan no superan los doscientos años, pero su forma y estructura parecen viajar en el tiempo y nos permiten establecer ciertos paralelismos y semejanzas con las viviendas castrexas.

Como se aprecia en la imagen, vemos que el techo de las pallozas es bastante empinado, lo que permite que la nieve y el agua no se acumulen y puedan derrumbarlo. Del mismo modo que sucedía en las cabañas castrexas, dentro había hogares para hacer fuego y cocinar, la ventilación no era mucha ya que escaseaban las ventanas y no había chimeneas… no obstante, lejos de lo que pueda parecer, el humo no era un problema pues traspasaba la paja y contribuía a conservar mejor la cubierta.

Teniendo en cuenta lo anterior, vamos a ver a continuación como serían los techos y las cubiertas en el castro de San Cibrao de Las. Al pasear entre las viviendas del castro, distinguimos fácilmente la existencia de dos tipos de dependencias: las de forma redonda y las cuadradas o rectangulares; lo que nos lleva a hablar de la existencia de diferentes tipos de cubiertas y vertientes. Así, las habitaciones circulares tendrían un tipo de cubierta cónica (al modo de las pallozas de Ancares) y las cuadradas o rectangulares la tendrían a una, dos o cuatro aguas.

Como ya dijimos en otras ocasiones, estamos en un poblado que se construye sobre una ladera que fue aterrazada y, con toda certeza, este aterrazamiento tuvo que dificultar la evacuación del agua de lluvia. Por este motivo, y como non hay mal que por bien no venga, van ser las diferentes soluciones que dieron al problema (desagües, canalizaciones, pequeños diques…) las que hoy nos ayudan a saber cómo eran las cubiertas, cómo se orientaron las vertientes de los tejados y a tener una idea más aproximada de cómo era el castro.

Titulamos a este artículo como Los tejados sin teja de San Cibrao de Las puesto que, para ser un castro que perduró durante casi tres siglos tras la llegada romana, creemos que las cubiertas se hicieron siempre con elemento vegetal (colmo, retama…) pues apenas se han encontrado restos de tegula (teja) en las excavaciones realizadas hasta el momento. Quizás en este caso la tradición pesó más que las innovaciones…